domingo, 6 de noviembre de 2011

Como la primavera...


Llego como la primavera, y se fue como tal, no se le puede decir que se quede, porque no lo hará, no puede, solo se que fue tal cual a la primavera por que llego y dejo sus colores, y sus aromas aún vivos dentro de mi corazón y también me dejo la esperanza de que volverá algún día, pues, si es como ella, volverá. tengo la certeza de que eso es el amor, llega y se va sabiendo que algún día volverá, yo nunca entendí el amor hasta que lo viví, no te pido que me entiendas por que no lo harás, solo hasta que te toque vivirlo, pero puedo decirte algo, el amor es libertad, si el amor no te hace libre pues no es amor, dos águilas no pueden volar amarradas de sus patas pero si pueden volar juntas, y conocer la magia de las montañas, ir por diferentes caminos para luego reencontrarse en la montaña elegida y complementarse una con la otra, con sus distintas experiencias vividas. Mejor cuento mi historia…
Fue un verano, en la playa, por la tarde, yo estaba sola mirando la maravilla de la naturaleza frente a mis ojos, la verdad es que estaba triste, recién saliendo de una relación, el día anterior había roto con mi novio, y me sentía herida, muy herida, a estas alturas me doy cuenta que todo ese dolor fue a causa de mi obsesión, gracias a dios me di cuenta que solo fue una obsesión, el me dijo que debía irse a lo que llegue el invierno, por un trabajo que le habían ofrecido y era mejor terminar con la relación antes de que se haga un lazo mas fuerte y nos duela mas terminar, estaba tan triste, no podía imaginar mi vida sin el, simplemente no podía vivir sin él, nos había costado cuatro años formar nuestra relación, y para que termine así nada mas? Era realmente triste, mi vida no tenia sentido, no tenia ganas de seguir viviendo.
Decido irme a la cabaña, aunque iba a comenzar la puesta de sol, pero no me servía, parecía que los días de vacaciones que había tomado no servirían de nada, necesitaba despejar mi mente y mi corazón, pero parece que nada funcionaba, seguir pensando me hacia mal, solo me quedaba ir a la cabaña y acostarme, pues si dormía no estaría pensando todo lo que fue y lo que podría haber sido. Estaba devastada.
Cuando volteo, un chico se me acerca, parecía un poco perdido, y me dice: “hola, linda, sabes yo perdido, estoy vacaciones, y preguntaba si usted sabe hostal dormir, vengo lejos a juntarme con chileno amigo, pero aviso que el llegara hasta mañana, y no se donde dormir, usted sabe algo?”
En realidad apenas vi su mirada que penetraba en la mía, me puse muy nerviosa, mi corazón latió mas rápido de lo normal, y estoy segura que quede muy rojita de vergüenza, no supe que decirle, pues el chiquillo era muy guapo, tendría mi edad mas o menos, y tenia un acento muy adorable, tenia mucha pinta de brasileño, hablaba raro, casi no sabia el idioma, era mas alto que yo, una piel morena, ojos oscuros y una mirada profunda llena de misterio, pelo ondulado, era un típico mochilero de esos que se aventuran en la vida para llegar al fin del mundo.
Le dije que sabia de un lugar que estaba cerca y podía quedarse ahí, pero que yo estaba en una cabaña que tenia dos piezas que si quería podía quedarse la noche a dormir.
En realidad no sabia que estaba diciendo, de pronto me doy cuenta que estaba invitando a un extraño al lugar donde yo dormiría, estaba volviéndome loca, actuando por instinto o no se como, nunca e tenido confianza en extraños, pero el era distinto, sus ojos me decían algo, pero no lograba descifrarlos, era misterioso, y el misterio me llama mucho la atención.
Me toma la mano y me lleva hasta la orilla del mar, es entonces cuando siento su mano con la mía, y no quiero soltarlo jamás, siento una confianza tremenda, no quiero volver a la cabaña, no quiero dormir, ni siquiera quiero volver a la ciudad, a mi trabajo, simplemente quiero estar con aquel bello hombre, me fascinaba la verdad, tenia una mezcla de hombre civilizado y salvaje a la vez, como un nativo. Se quito la mochila pesada que andaba trayendo y los zapatos, luego se acerco al mar y recogió un caparazón de caracol de mar, esos donde dicen que se escucha el mar, me lo lleva e intenta decirme que me agradece mi hospitalidad, que guarde el caracol y que cada vez que lo escuche, lo recuerde, el momento era magnifico era mágico y eterno, no quería que acabe, caminamos juntos a la orilla del mar, conversamos nos conocimos en un par de horas, reímos me conto su vida y yo la mía incluso le conté por la tristeza que estaba pasando el me dio una sonrisa de respuesta y las únicas palabras que salieron de su boca como consuelo fue: “o vivimos la vida lamentándonos, o bien agradeciendo lo que aprendimos”.
Llegamos al final de la playa donde las olas chocaban contra las rocas, el sube a una de las rocas mas altas y me ayuda a subir, nos sentamos a contemplar, algo tan bello como el atardecer cae en pleno esplendor, nunca en mi vida he visto atardecer como tal, el día estaba acabando como estaba acabando los momentos junto a el, sabia que el debía marcharse, sin embargo yo no quería, quería retenerlo a mi lado, fue entonces cuando termina por esconderse el sol completamente y llega la noche, el día está acabando le digo, y el dice la noche esta recién comenzando, y mañana el padre sol volverá a iluminarnos con sus rayos nuevamente.
Entonces yo le agradezco por el momento y le agradezco al mar por conocerlo aunque sea un instante el me agradece también, toma mi mano me mira profunda y misteriosamente a los ojos, acerca sus labios junto a los míos, siento su olor, su respiración, siento su amor, como si los dos hubiésemos esperado ese instante desde que llegamos al mundo, y finalmente había llegado pero ambos sabíamos que acabaría, el rosa sus labios con los míos, me besa tiernamente, un beso muy dulce, luego se vuelve mas apasionado, siento mi alma completa y plena el momento era perfecto, a medida que la marea subía nuestro amor crecía cada vez mas, nuestras almas se reconocían, y nos dábamos cuenta que habíamos vivido y pasado por muchas cosas para finalmente llegar a ese instante ese pequeñísimo instante pero el cual se hacia eterno, ese instante era tan perfecto que me llenaría de alegría el resto de mi vida, entonces la pasión y el deseo explota, comenzamos a tocarnos, a descubrir nuestros cuerpos, piel con piel, alma con alma, un momento terrenal pero espiritual, es entonces el momento en que nuestros sexos se complementan, y hacemos el amor, como dos desconocidos que tienen una noche de pasión, pero sin embargo nos conocíamos, sentía como si el fuese yo, un sentimiento muy extraño, el momento era místico y excitante, lo amo con todo mi ser, mi cuerpo y espíritu, hicimos el amor entre las rocas , el mar la luna las estrellas el universo fue cómplice de aquel momento, gritamos y sudamos, sin palabras solo miradas, en ese momento entendí todo.
Debo dejarlo ir, el amor es como la primavera llega y deja sus colores, si saco una rosa, la rosa se marchitara, pero si simplemente la contemplo y la disfruto esa rosa caerá sola y dejara una semilla volverá a nacer otra y luego otra, renacerá cada año, y siempre con la belleza de su naturaleza.
El amor nos hace libres, viví el amor ideal en tan solo unas horas, y lo mejor es que entendí lo que me costo años comprender, nada se puede poseer, cuando creemos que poseemos a alguien estamos muy equivocados, comenzamos a sufrir, como dije dos pájaros no pueden volar amarrados por que terminan matandose pero si vuelan juntos disfrutan de su libertad y el amor crece mas, y cada vez que se reencuentran ese amor es aun mas potente, yo no lo poseo y eso me hace amarlo aun mas, mi corazón me dice que volverá, y soy feliz en su espera, nada me entristece, se que viviré muchos romances y aventuras amorosas, pero siempre lo amare a el y el a mi, lo se, yo nunca le dije que lo amaba y el tampoco, pero no era necesario decirlo para sentirlo, era amor del puro, del verdadero, y no eran necesarias las palabras, era imposible que el se quedara y era imposible irme a Brasil junto a el, era imposible y eso me hacia creer con mas fuerzas en que algún día volveríamos a reencontrarnos ya sea aquí o mas allá, este amor es tan grande que me hace comprender que debo seguir adelante y no tengo porque extrañarlo si no recordarlo y revivir su aroma.
Después de hacer el amor, los dos desnudos entre las rocas, contemplamos el universo y la naturaleza que nos rodeaba sin palabras, sin saber lo que hacíamos éramos como dos adolecentes irresponsables, pero sabíamos que era lo correcto pues estaba en el firmamento, su cuerpo con mi cuerpo, miramos las estrellas y entendimos que había un mundo mas allá que nos esperaba con ansias para seguir descubriendo y aprendiendo, y que algún día volveríamos a vernos y nos contaríamos con mucha alegría todo lo vivido y compartiríamos experiencias, aquella noche estaba en pleno esplendor con la luna frente a nuestros ojos, nuestra vida se resumía en las horas que pasamos juntos, el atardecer que contemplamos juntos, saber que mañana ya no estaría a mi lado, la noche que cuando cayo trajo consigo su magia, esa noche era especial pues esa noche duraría para el resto de mi vida, mientras lo espere, era la noche la que se aproximaba a mi vida, cuando el se marche, la noche llegara a mis días, quizás oscura, confundida, confiando en algo que no se si sucederá, la noche, no podre ver bien, estaré confundida quizás, sola, pero cuando mire al cielo y vea la luna recordare que hay algo mas allá que el sol se está insinuando y se refleja en la madre luna, dando fe, esperanza, ilusión, alegría, diciéndome que ya llegara el día, y los rayos de luz bañaran mi alma, cuando el regrese mi alma estará completa, ahora solo me queda la felicidad de que estoy viva gracias a dios y que lo volveré a ver ya sea aquí o mas allá .

El amor es como la primavera, llega y se va, pero deja sus colores y sus aromas, es tan especial que nos hace esperarla con ansias, y la amamos por que no la poseemos y es eso lo que lo hace tan especial, el amor nos hace comprender que no hay nada que comprender, nada que entender, solo hay que vivir y crecer siempre crecer, cuando plantas una semilla, y nace un árbol, este crece y crece, el árbol es el ser vivo mas magnifico, no solo crece hacia arriba elevando sus hojas hacia dios, al cielo buscando lo magnifico del universo, también crece hacia abajo, sus raíces pegadas a la madre tierra aquella que le da vida, es como el amor, no solo es algo mundano, algo de esta tierra, no es solo pasión, sexo y deseos, también es espiritual, mas allá de nuestra lógica, y de nuestro entendimiento….
El amor es como la primavera…..